COMER Y MARIDAJE CON CERVEZA

Cuando pienso en las mejores combinaciones de la vida, siempre me viene a la cabeza lo mismo: un plato de picoteo perfecto y una cerveza bien fría. Y es que en CasaVieja, hemos hecho de esta pareja un arte. Te lo digo yo, que he pasado más noches de las que puedo contar disfrutando de esta terraza con vistas a la fuente de los Delfines, viendo cómo la vida pasa mientras la cerveza y la comida hacen su magia.

¿Por qué cerveza y no otra cosa?

Primero, porque es versátil. Una cerveza siempre está dispuesta a adaptarse a lo que estés comiendo. Desde algo ligero como unas aceitunas y unas anchoas, hasta unas croquetas cremosas o una tabla de quesos potentes. Cada sorbo limpia tu paladar, preparando el terreno para el siguiente bocado. Es como tener una pequeña fiesta en la boca que nunca se detiene.

Segundo, porque no discrimina. La cerveza es esa amiga que siempre está ahí, sea cual sea tu humor o el momento. Si hace calor, una rubia bien fría es un oasis. Si la tarde se pone fresquita, una tostada con notas de caramelo te envuelve como un abrazo cálido. Y si buscas algo realmente especial, en CasaVieja tenemos cervezas artesanas que son verdaderas joyas líquidas.

La magia del picoteo

Ahora hablemos del picoteo. Aquí, en CasaVieja, no nos tomamos el picoteo a la ligera. Es casi una filosofía de vida. Porque seamos sinceros, ¿Qué es mejor que compartir una mesa llena de pequeños platos con amigos, pareja o incluso con uno mismo? Nada, te lo aseguro.

Imagínate esto: un plato de jamón ibérico, con esas lonchas tan finas que se derriten en la boca, acompañado de una cerveza tipo lager que realza cada matiz del jamón. O unas patatas bravas con su salsa justo al punto de picante, que encuentren su equilibrio con una cerveza tipo pale ale, fresca y con un ligero amargor. Te juro que cada combinación es un descubrimiento.

Cerveza: la bebida social por excelencia

Hay algo en la cerveza que invita a quedarse, a alargar la sobremesa y a pedir "una más". Es el lubricante social definitivo. En CasaVieja, he visto de todo: grupos de amigos que terminan cantando a coro, parejas que se pierden en su mundo y hasta desconocidos que acaban compartiendo risas. La cerveza relaja, pero también une. Tiene ese no sé qué que hace que todo fluya.

Y no olvidemos la terraza. ¡Ay, la terraza de CasaVieja! Si no la conoces, te estás perdiendo algo único. La vista de la fuente de los Delfines, con su sonido relajante de agua, es el acompañamiento perfecto para cualquier comida o cerveza. Sentarte allí, bajo el cielo de Madrid, con la brisa suave y una cerveza en la mano, es lo más parecido al paraíso que vas a encontrar en la ciudad.

Comer con cerveza: ventajas que no esperabas

La cerveza tiene propiedades que no siempre se reconocen. Por ejemplo, ayuda a resaltar los sabores de los alimentos. Su gasificación y amargor limpian el paladar, mientras que sus notas dulces o especiadas complementan los sabores de la comida. Pero hay más:

1. Es ligera: Contrario a lo que algunos piensan, la cerveza es mucho más ligera que la mayoría de los cócteles o vinos. Eso significa que puedes disfrutar de varias sin sentirte pesado.

2. Es saludable (en moderación): La cerveza contiene antioxidantes y vitaminas del grupo B. Así que cada sorbo no sólo es un placer, también es un pequeño aporte para tu bienestar.

3. Es diversa: Con tantas variedades, siempre hay una cerveza perfecta para cada plato. Desde una pilsner refrescante hasta una porter robusta, las opciones son infinitas.

Mis maridajes favoritos en CasaVieja

Voy a compartirte algunos secretos. Estas son las combinaciones que nunca fallan:

• Ensaladilla rusa y una cerveza rubia: La frescura de la ensaladilla y el burbujeo de la cerveza son el combo más refrescante que puedes probar.

• Calamares a la romana y una IPA: El amargor de la IPA corta la grasa de los calamares, dejando un sabor limpio y delicioso.

• Croquetas de jamón y una cerveza tostada: Las notas maltosas de la tostada se fusionan de maravilla con la cremosidad de las croquetas.

• Queso azul y una cerveza negra: La intensidad del queso encuentra su pareja perfecta en la complejidad de una stout amarga. Disfruta de la combinación de aromas.

No obstante, una buena cerveza debido a su bajo contenido alcohólico pueden combinar con cualquier guiso o ingrediente, carnes, pescados, una hamburguesa o incluso una buena ensalada o los postres. 

Un plan sin complicaciones

Otra ventaja de comer con cerveza es que elimina las complicaciones. No necesitas ser un sommelier para disfrutarla. Aquí en CasaVieja, nuestro equipo siempre está listo para recomendarte la mejor opción según lo que pidas. ¿Quieres experimentar? Adelante. ¿Prefieres ir a lo seguro? También está bien. La idea es que te relajes y disfrutes.

¡Ven a CasaVieja a maridar cerveza y comida!

Si todavía no has probado lo que es disfrutar de un buen picoteo con cerveza en CasaVieja, te estás perdiendo algo especial. Aquí no sólo comes, vives una experiencia. Ya sea para una comida improvisada, una tarde con amigos o una cita especial, nuestra terraza y nuestra selección de cervezas están aquí para ti.

Así que deja de imaginarlo y ven a comprobarlo por ti mismo. Reserva tu mesa o simplemente pasa por aquí. Te prometo que, después de la primera cerveza y el primer bocado, no querrás irte. CasaVieja te espera con los brazos abiertos y una cerveza fría. ¡Salud!