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Tortilla de patata jugosa con cebolla
Una tortilla clásica, tierna y melosa por dentro, con ese ligero dulzor que aporta la cebolla caramelizada. Funciona a la perfección con una cerveza tipo blonde ale, cuyo perfil suave y refrescante equilibra la textura cremosa del plato. -
Selección de ibéricos con picos
Una combinación de embutidos ibéricos de alta calidad: jamón, lomo y salchichón, acompañados de los crujientes picos. Maridan de maravilla con una cerveza rubia fuerte o una amber ale, ya que realzan el sabor intenso de los ibéricos sin opacarlos. -
Pollo crujiente al estilo Kentucky con salsa agridulce
Crujiente por fuera, jugoso por dentro, y ese toque agridulce que despierta el paladar. Ideal con una pilsner o una lager clara, que aportan frescor y ayudan a limpiar el sabor entre bocado y bocado. -
Croquetitas de jamón ibérico
Doradas y crujientes por fuera, cremosas y sabrosas por dentro, con el jamón ibérico como estrella. Una cerveza de trigo o una cerveza artesana tipo weiss estaría genial para complementar la suavidad y la cremosidad de las croquetas. -
Gyozas de pato confitado con su salsita hoisin
Exóticas y jugosas, estas gyozas combinan la riqueza del pato confitado con un toque oriental umami de la salsa hoisin. Proporcionan un contrapunto delicioso con una cerveza tipo IPA o una craft lager ligera, que resaltan los matices intensos sin sobrecargarlos. -
Brownie de chocolate intenso con helado de vainilla
Ideal para cerrar con broche dulce: el chocolate intenso del brownie y la frescura del helado de vainilla crean un contraste perfecto. Una cerveza tipo stout o porter, con notas a cacao y torrefacto, forma el maridaje perfecto para este postre.